El divorcio en el Islâm

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Antes de todo, conviene recordar que el matrimonio es un acto muy importante en la vida humana. La protección del lazo que establece constituye uno de los objetivos esenciales tomados en consideración a través de los enseñamientos del Islâm. Leyendo el Corán, constatamos que Allâh habló del matrimonio con la expresión "mîthâqan ghalîdhâ" (literalmente: "alianza fuerte"), que indica de manera explicita el valor de este compromiso de vida comuna que une el esposo y la esposa (Ver Surah 4 / Versísulo 21).

Pues el lazo matrimonial es establecido para durar y para que los esposos puedan construir (y reforzar continualmente) un hogar que permita a cada uno encontrar amor, afecto, complicidad, quietud, serenidad… un hogar acogedor, que también permitirá a su futura progenitura realizarse plenamente… Es bien para que el "Nikâh" se establezca de manera durable que el Profeta Muhammad (sallallâhu alayhi wa sallam) ordenaba, por ejemplo, al que deseaba casarse averiguar, antes del matrimonio, que la apariencia física de la que había elegido le convenía perfectamente (Sunan Abî Dâûd, entre otros) 
Es también para contribuir a la protección de la pareja que el Profeta Muhammad (sallallâhu alayhi wa sallam) enseñaba a los esposos la paciencia y el perdón, cuando se dirigía hacia ellos diciendo: "Que un creyente (es decir el esposo) no sienta ira por una creyente (i.e. la esposa)… Si no le gusta un rasgo de su caracter, le gustará otro." (Sahîh Muslim) 
Comentando este Hadîth, el Mufti Taqui escribió: "El esposo no debe focalizarse sobre los errores y las faltas (eventuales) de su esposa hacia él. Al contrario, debe considerar sus cualidades y, teniéndolas en cuenta, perdonar los (eventuales) fallos que le habrán afectado…" [Takmilah Fath il Mulhim - tomo 1 / página 133]

A partir de esto, aparece lógico que todo lo que puede fragilisar el lazo solido del matrimonio, y con mayor razón lo que puede provocar su ruptura, no es apreciado en el Islâm. Es en este sentido que hay que entender notamente los propósitos muy duros que el Profeta Muhammad (sallallâhu alayhi wa sallam) tenía contra el que induce al desacuerdo entre una mujer y su esposo (mencionando por ejemplo ante ella los defectos de este, o alabando ante ella las cualidades de un hombre extranjero. -Referencia: "Abu Daûd", con el comentario de "Awn ul Ma'bûd")

Es justamente considerando esto que la mayoría de los ulama emitieron el aviso que el divorcio en el Islâm no debe ser pronunciado excepto en caso de necesidad[1] Este aviso mayoritario fue expresado notamente por Al Kâsâni r.a. (entre los ulama hanafies - "Badâï us Sanâï" - Tomo 3 / Página 95), Al Kamâl ibnul Humâm (también hanafi - "Fath ul Qadîr" - Tomo 3 / Página 22), Ibn Âbidîne r.a. ("Raddul Muhtâr" - Tomo 3 / Página 228), Ibn Taymiyah r.a. ("Fatâwa Cheïkh il Islâm Ibn Taymiyah" - Tomo 3 / Páginas 16 y 62), entre otros…(Ver también: respecto al fiqh hambali "Kacchâf ul Qinâ'" - Tomo 3 / Página 139, y para los shafi3i "Mugniy ul Muhtâdj" - Tomo 3 / Página 307)

Este aviso es basado esencialmente en los argumentos siguientes:
  • Divorciar sin razón válida constituye una expresión de ingratitud, siendo que constiste en poner un termino al lazo del matrimonio -"Nikâh", que es un favor de Allâh, como lo indica el versículo siguiente: “Y parte de Sus signos es que os creó esposas sacadas de vosotros mismos para que encontrais sosiego en ellas y puso entre vosotros amor y misericordia; realmente en eso hay signos para gente que reflexiona.” [ayah 21 surah 30]. Y la ingratitud es condenada en el Islâm.
  • Como lo recalca Ibn Taymiyah r.a., percibimos que a Allâh no le gusta el divorico, viendo que en el texto coránico, el hecho de destrozar injustamente la vida de una pareja provocando la separación entre los esposos es propio de los brujos, adeptos de los demonios y de los shayâtin: “[…] Así aprendieron de ellos cómo separar al hombre de su esposa […]”[Surah 2 / ayah 102]. Por otra parte, en un Hadîth auténtico, el Profeta Muhammad (sallallâhu alayhi wa sallam) afirma que el demonio más apreciado por "Shaytân" (satán) es el que consigue provocar la ruptura entre un hombre y su esposa.
  • En otro Hadîth, fue mencionado que la mujer que reclama el divorcio a su esposo sin razón válida no sentirá el olor del Paraíso.
  • Finalmente, repudiar a su esposa sin razón válida es perjudicarle… a ella, pero también a los hijos; y no es permitido perjudicar así a ajeno.
Sin embargo, el Islâm admite que puedan ocurrir situaciones extremas en las cuales proseguir la vida conyugal ya no es posible. De hecho, no se trata de negar el hecho de que, el caracter humano siendo lo que es, tensiones pueden surgir en un momento o en otro, en la vida de la pareja… Cuando esto ocurre, cada uno de los esposos debe procurar de encontrar, tan pronto como se puede, vías de conciliación durables (ente ellos, o buscando la ayuda de mediadores, como lo enseña el Corán: “[…] que sean rectas, obedientes y que guarden, cuando no las vean, aquello que Allâh manda guardar. Pero aquéllas cuya rebeldía temáis, amonestadlas, no os acostéis con ellas, pegadles; pero si os obedecen, no busquéis ningún medio contra ellas. Allâh es siempre Excelso, Grande. Y si teméis una ruptura entre ambos, nombrad un árbitro de la familia de él y otro de la familla de ella. Y si quieren reconciliarse, Allâh propiciará su reconciliación.” [surah 4; ayah 34 y 35] – Leer también: El Corán recomienda pegar a las mujeres? ).

A pesar de todo y por varias razones, puede suceder que estas tensiones persistan, se repitan, se amplifiquen y, a la larga, provoquen aversión entre los esposos… una aversión tal que la separación se vuelve ser el unico medio para el hombre y la mujer, cada uno de su lado, de encontrar la serenidad del corazón y del espiritu, intentar hacerse una nueva vida, y tal vez fundar una nueva familia… En este tipo de situación extrema, el divorcio representa también un medio que permite a los hijos (si la pareja tiene hijos…) recobrar una vida "normal" y salir así de un ámbito de disputas, luchas y fricciones incesantes entre sus padres…

Pues para responder a su pregunta, el Islâm no prohibe y no condena totalmente el divorcio  (contrariamente al catolicismo, donde fue instituido el principio de indisolubilidad del matrimonio, con admisión del principio de "caducidad del matrimonio" en algunos casos muy limitados…) , pero no dejando por lo tanto posibilidad de hacerlo como se lo antoja… en cual caso encontraríamos desvíos y excesos como el que denuncia Châh Waliullâh Ad Dahlawi r.a., que escribió lo siguiente:
Hay en la multiplicación de los divorcios y en su banalización varios efectos nefastos, entre los cuales (uno de los mayores) sería que hombres no buscan sino satisfacer sus pulsiones sexuales con diferentes mujeres contrayendo matrimonios, rapidamente seguidos de divorcios, sin dar consideración a los objetivos esenciales buscados a través del "Nikâh" (en el Islâm) (fundación de un hogar estable, ayuda mutual para la realización de intereses comunes, protección contra la fornicación y el adultero…)- ["Hudjjat ullâhil Bâlighah" - Tomo 2 / Página 138]

En calidad de religión "del justo medio y de la moderación" (dînân wasatan), todos los principios que definió el Islâm y todas las reglas que enunció en materia de divorcio tiene este doble objetivo: Evitar, por un lado, la multiplicación de los divorcios, sin por lo tanto, por otro lado, cargar los esposos con obligaciones insoportables…
(Referencia: "Takmilah Fath il Mulhim" del Mufti Taqui Outhmâni - Tomo 1 / Páginas 131 y las siguientes, "Halâl aul Harâm" del Cheikh Khâlid Sayfullâh - Páginas 315 y las siguientes, "Fiqh us Sunna" - Tomo 2 / Páginas 379 y las siguientes, "Al Mufassal fî Ahkâmil Mar'ah" - Tomo 7 / Páginas 351 y las siguientes)


Wa Allâhu A'lam!
Y Allâh sabe Más!



Notas:
[1]- Este aviso mayoritario se opone a otro, defendido por un grupo de sabios, como el Imâm al-Qurtubi r.a., Ibnul Mondhir r.a., As Sarakhsi r.a., y algunos grandes nombres de la escuela hanafi (Referencia: "Tafsîr Qurtubi" - Tomo 3 / Página 126, "Al Mabsût" - Tomo 6 / Página 2, "Ad Durrul Mukhtâr" - Tomo 3 / Página 227), y que dice que el estatuto original del divorcio, en Islâm, es la permisión ("ibâhah").



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